Las golosinas más famosas de los kioscos

Hay lugares en Argentina que son como pequeños oasis para todos. Seguramente cuando caminás por Buenos Aires hasta podés encontrarte con uno de ellos apenas dando unos pasos, como si todos los caminos conducieran a terminar mirándolos cara a cara. Estos paraísos para quienes aman lo dulce y los snacks, o para aquellos que se dejan hipnotizar por etiquetas que prometen placeres inmediatos, son los llamados Kioscos, que como en otras tantas partes del mundo, son irreemplazables.

Se dice que la palabra original viene de  kōšk, que significa “pabellón” y luego llega al francés como kiosque. Pero más allá de orígenes, todos sabemos que pasar por delante de un Kiosco es un viaje sin retorno.

Desde la venta de golosinas como alfajores, chocolates, caramelos, helados y chicles, como así también gaseosas, galletitas, y mucho más, hay como 100.000 kioscos en la Argentina.

Un kiosco en Argentina te salva si te olvidaste un pequeño regalo para tu novia, si te agarro hambre a las 5 de la tarde, o la excusa perfecta para que tus amigos sientan que pensás en ellos.

Lo otro que los caracteriza es su variedad de tamaños y formas, en donde, posiblemente te reciba un señor de 80 años, que vivió toda su vida entre mil sabores y que pondrá en tu mano lo que le pidas, o hasta kioscos modernos, abiertos al público, y eternamente abiertos que como un parque de diversiones te hacen fantasear con conocer todos los productos, como el alma que continúa abierta esperando que pase lo que deseamos.

Dicen que todas nuestras alegrías saben comprendernos, por lo tanto también saben comprender nuestras indecisiones a la hora de enfrentarnos delante del kiosco a ver qué vamos a elegir comprar.

Pero si te tengo que decir con cuál empezar a disfrutar cuando estés frente a uno de estos lugares en Argentina, te diría que empieces por las golosinas.

Las golosinas son la expresión de lo dulce, de lo tentador, de lo rico, y por supuesto, hay incontables de ellas. Un dato es que Argentina es el principal productor de caramelos del mundo. No importa la edad o el precio, hay golosinas para todos.

Para darte una ayuda a la hora de elegir, y conocer nuestros sabores, te paso una lista de las golosinas que más historia, recuerdos y aceptación tienen entre nosotros. Acá va en juego mi infancia y mi presente, que como el de muchos, se llenó de ricos momentos. Y te digo cuáles son los que nunca dejo de llevar de paseo conmigo mientras camino por alguna calle de Buenos Aires o cuando me siento delante de una montaña en Mendoza, y también, cuáles son parte de la playa en verano. Con cualquiera de estas golosinas que pruebes te vas a sentir como otro argentino.

Cabsha

Apenas una fina capa de una masa quebradiza cubierta con un rico chocolate, te separa de la explosión en tu boca de un volcán de dulce de leche con algún toque secreto de licor. Venerada por generaciones de fanáticos, esta golosina te va a encantar.

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CABSHA

 

Alfajor Jorgito

El alfajor es un símbolo en Argentina, es para algunos una golosina, para otros un postre, pero para todos es infaltable en la lista de las tentaciones dulces. Hay grupos de fanáticos de alfajores y cada uno defiende a su marca favortita, y entre tantas están los alfajores Jorgito. Ya sea el clásico de dulce de leche, el de chocolate y hasta el adictivo de frutas.

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Alfajor JORGITO

 

Mantecol

Les digo que parte de los momentos más ricos de mi vida se los debo a Mantecol. Estoy seguro que cuando lo prueben me van a entender. Un clásico que hace más de 50 años que no falta en los kioscos argentinos. Una barra similar a un turrón blando, con un sabor a pasta de maní, dulce, adictivo. Es imposible que pasen por un kiosco y no prueban un Mantecol.

Rhodesia

Una galletita rellena cubierta con chocolate que cuando la probás te das cuenta que vas a querer otra más cuando la termines. Un consejo: está bien visto que pases la lengua por el chocolate antes de morderla. Una golosina clásica que sigue super viva.

Vauquita

Una barrita de dulce de leche sólido, sí… de nuevo una golosina de dulce de leche, pero estás en Argentina, y acá el dulce de leche es parte del paisaje. La Vauquita es tan argentina como el tango, el mate y el asado.

Confites Sugus

Lo primero que tenés que hacer antes de probarlos es agitar la caja. Dicen que el sonido de los confites dentro de la caja los hace más ricos cuando los probás. Debe ser cierto, yo lo hago siempre y cada vez me gustan más. Otro ritual, es elegir los colores que vas a comer primero.

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SUGUS confitados

 

Bananita Dolca

Quizás la más extraña de las golosinas argentinas, porque desde años les encantan a los chicos y a los grandes que no se olvidan de su sabor. Parece una pequeña banana de chocolate que cuando la mordés aparece una crema amarilla que tiene un sabor imposible de igualar.

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Bananita DOLCA

 

Si querés conocer algunos kioscos, solo tenés que salir a caminar por cualquier ciudad del país, pero podés ir a Open 25, una cadena muy moderna que tiene muchos locales y es super completa. Tambián buscá los kioscos chicos, en cada barrio, algunos que asoman desde la ventana de alguna casa.

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Kiosco Open 25
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Daniel Arabia

Daniel Arabia

De todos los camino que uno elije, la idea es quedarme con los que me llevan hacia adelante. De ser director creativo en agencias de publicidad, a ser fanàtico de la cocina, escribir cuentos, reseñas de comidas, y mientras tanto, disfrutar de una sinfonía o una ópera de Giacomo Puccini. De mis palabras, solo dejo que sean las que siento. Hay que permitirse probar nuevos sabores en cada instante, y así toda la vida será mucho más rica.
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