Autor: Tomás Linch

Nací en 1977, estudié música, fotografía e Historia en la U.B.A. Entré al periodismo por la fotografía y enseguida comencé a escribir. Me especialicé en gastronomía y alimentación y, así como los periodistas deportivos son deportistas frustrados, yo me considero un cocinero frustrado. Por eso, entre otras cosas, una vez por mes cocino en el restaurante Caseros un menú de pasos para 70 personas al que bautizamos "Lunes Abierto": estar del otro lado completa el oficio. Después de una hermosa experiencia como Editor de El Gourmet Revista, en la actualidad escribo en Revista Brando, Rumbos, Alta y algunas otras publicaciones. En paralelo desarrollo y edito libros de cocina. Como me gusta enseñar inventé dos talleres: "Cómo ser un freelance y no morir en el intento" y "Taller de pensamiento y periodismo gastronómico". Todo es una excusa para poder probar todas las cosas ricas –y no tan ricas del mundo– y poder contarlo.
Tomás Linch

Nací en 1977, estudié música, fotografía e Historia en la U.B.A. Entré al periodismo por la fotografía y enseguida comencé a escribir. Me especialicé en gastronomía y alimentación y, así como los periodistas deportivos son deportistas frustrados, yo me considero un cocinero frustrado. Por eso, entre otras cosas, una vez por mes cocino en el restaurante Caseros un menú de pasos para 70 personas al que bautizamos "Lunes Abierto": estar del otro lado completa el oficio. Después de una hermosa experiencia como Editor de El Gourmet Revista, en la actualidad escribo en Revista Brando, Rumbos, Alta y algunas otras publicaciones. En paralelo desarrollo y edito libros de cocina. Como me gusta enseñar inventé dos talleres: "Cómo ser un freelance y no morir en el intento" y "Taller de pensamiento y periodismo gastronómico". Todo es una excusa para poder probar todas las cosas ricas –y no tan ricas del mundo– y poder contarlo.

LA COCINA JUDÍA ESTÁ DE MODA

(Y si no lo está, hagamos que suceda…). En la actualidad la cocina judía clásica y la de vanguardia, viven su vida en tres grandes ciudades: Jerusalén, Nueva York y Buenos Aires ¿En qué se parecen? La palabra clave es migraciones.
Conocé su historia y evolución, dónde comer y qué.

17 de July de 2016

DE COREA CON AMOR

En Buenos Aires hay cientos de restaurantes coreanos y todos son atendidos por familias y no hacen otra cosa que cocina familiar. La cocina coreana rompe con el modelo occidental de pasos: Entrada, principal y postre. El Hansik, o la mesa coreana gira en torno al arroz. Tanto es así que existe un saludo en Corea que traducido sería ¿has comido arroz hoy?

29 de June de 2016

LA REVOLUCIÓN ESTÁ EN LA CALLE

#streetfood #cocinacallejera #buenosaires #ferias #mercados
Y después de la segunda cerveza, mis amigos insisten: en Buenos Aires no hay comida callejera. No, por lo menos, como la que existe en La Paz, Lima, Bogotá o Salvador de Bahía. Probar unos taquitos al pastor en el D.F., unos burritos en San Francisco, un gua bao en el Chinatown de Nueva York. Eso sí que es vida ¿Y los aromas y picores mágicos de Medio Oriente y el Sudeste Asiático?

23 de May de 2016