British-born Louise arrived in Argentina in 2009 for a five-day visit while travelling through Central and South America. Five years, one marriage and one baby later, she lives with her family in the wilds of west Buenos Aires with a bouncy dog and a cat with an attitude. In between making pureed versions of classic Argentine meals for baby, she writes about travel, wine and food, and ponders storms, sunsets and the complexities of the Argentine football league at her blog West of Buenos Aires. She spends her spare time taste-testing empanadas, obsessing about the weather, and plotting Gabrielito’s introduction to Marmite.
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Invierno en Argentina … te invito a hacerte amigo de una copa extra large de Malbec y servirte una cazuela humeante de locro, potente guiso argentino a base de carne y maíz. El locro no es una comida de todos los días. Prácticamente una comida patria, el locro es una preparación de color amarillo-anaranjado, fuertemente ligada a la conmemoración del 25 de mayo, día de la revolución argentina.
Olvidate por un momento del churrasco y de las empanadas. Si querés probar algo aún más argentino, pedí una milanesa. Por siempre favorita de los niños y de los adictos a las minutas, en la actualidad la milanesa recuperó su posición de orgullo en la escena culinaria argentina y se sirve en una tentadora oferta de variedades – y en diversos restaurantes.
Cuando el ruido de la ciudad te esté ensordeciendo, agarrá termo y mate y escapate a la región pampeana. En la provincia de Buenos Aires hay más de 20 pueblos turísticos, como le gusta llamarlos a la Secretaría de Turismo de Buenos Aires, aunque son destinos no tan “trillados, más bien lugares vivos que respiran, auténticos, que alardean vistas ventosas, casas coloniales y hasta cerveza artesanal. Todos en un radio de 150 km desde Buenos Aires, estos diminutos pueblos son ideales para una escapada y “recargar pilas” con el canto de los pájaros como único sonido que acompañe.